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Bizcocho de limón, el de siempre, el de las abuelas

¡¡¡¡Hay tantas cosas que te pueden unir a un bizcocho de limón!!!!

Eventos y fiestas especiales, cumpleaños, aromas, sabores, lugares y conversaciones, personas que vienen y otras que se van.

Cuando compartes un bizcocho de limón algo está pasando, estas compartiendo una receta tradicional que has tenido la suerte de aprender de generación en generación. Sin querer estas compartiendo, seguramente, momentos de infancia, recuerdos, primeras veces, primeros olores, el calor de alguna cocina, cariño y amor.

Es difícil de explicar la satisfacción de cuando cocinas uno con cariño para alguien, con mimo y con cuidado, controlando bien todos los ingredientes tratándolos con respeto y sacando de cada uno lo máximo posible y ver como la persona que lo degusta transforma su cara y saca una increíble sonrisa, ¡¡aunque no diga nada… tu ya lo sabes!! Y gracias a esas sonrisas sigues horneando al calor tan entrañable de las cocinas, no hay lugar más increíble en una casa.

A mí me une al bizcocho de limón el recuerdo de una abuela, como las de los cuentos, cocinera, regordeta y con su pelo blanco rizado, de una ciudad llamada Soria, el sabor de rebañar los cuencos de la mezcla con todos los ingredientes en crudo, las manos con artrosis que repetían “hay que remover poco la harina” y el olor que desprendía el horno en los fríos y nevados inviernos sorianos. Me une a él que gracias a esos recuerdos cada vez que hago uno me esfuerzo al máximo para que sea mejor que el anterior. Y con ese mismo cariño se lo hago a mis hijos, y a la gente que más quiero, por que ver sus sonrisas cuando lo prueban es suficiente para volver a repetir.

Limones de nuestro árbol, yogures hechos en casa, “los huevos de Manolo” y el aceite derechito de Córdoba componen esta maravilla sencilla y deliciosa.

Mónica Yunquera Chacobo, profe de Movimiento

Bizcocho de Limón

Ingredientes

*Calcularemos las medidas con el vaso de yogur.

  • 1 yogur natural tipo griego
  • 3 huevos
  • 2 vasos de azúcar
  • 1 vaso de aceite
  • Ralladura y el zumo de un limón
  • 3 vasos de harina de fuerza o normal
  • 1 sobre de levadura en polvo

Modo de Elaboración

  1. Precalentar el horno 180 grados calor arriba y abajo (esto dependerá del horno)
  2. Echar en un bol el azúcar y la ralladura del limón y amasar hasta que salga todo el aroma.
  3. En otro bol separar las claras de las yemas.
  4.  Añadir las yemas al azúcar y la ralladura de limón e ir batiendo hasta que doble su tamaño.
  5. Añadir el yogur y batir hasta que tengamos una masa homogénea.
  6. Echaremos poco a poco el aceite de oliva sin dejar de batir.
  7. Incorporar el zumo de limón.
  8. Tamizaremos la harina junto con la levadura y la vamos incorporando a la mezcla anterior, esta vez batiremos poco a poco y despacio para no activar el gluten de la harina y que nos salga esponjosito y alto.
  9. Batir las claras a punto de nieve y añadir a la mezcla sin batir, con movimientos envolventes hasta que esté todo bien integrado.
  10. Engrasaremos el molde con mantequilla o aceite, verter la mezcla y espolvorear un poquito de azúcar por encima.
  11. Hornear 40 minutos calor solo abajo a 180 grados. (dependerá del horno).
  12. Comprobar con un palito de brocheta si ya está hecho y dejarlo enfriar encima de una rejilla.