Nuestras salidas de albergue tienen una larga tradición; nos gustan porque facilitan una serie de experiencias individuales y de grupo que, en otro contexto, serían muy difíciles de conseguir.
¿Qué pretendemos con estas salidas?
Los primeros objetivos tienen que ver con el desarrollo de la autonomía, de la responsabilidad y del esfuerzo; a continuación citaremos los relacionados con la sociabilidad, las actitudes de respeto y compañerismo en una convivencia continuada y fuera del entorno familiar.
También son importantes el contacto con la Naturaleza, las posibilidades de observar directamente otros elementos de nuestra fauna y flora, de recoger muestras y clasificarlas, las prácticas de astronomía, los aspectos etnográficos y culturales de las distintas zonas que visitamos.
Y la razón fundamental ¡ Por lo bien que lo pasamos!