Ayer dijimos adiós al cole por algunos días, habíamos preparado una excursión a la campa de la Magdalena para celebrar la llegada de la primavera y pasar la mañana de modo especial pero… amenazaba lluvia según las predicciones (que luego no se cumplieron) e imaginamos que iba a estar todo un poco mojado. Así que como en el barrio Bardalón, las cosas parecían ir bien nos dimos una vuelta subiendo la cuesta hasta los prados de arriba y vimos:
nuestras clases y el patio desde lejos, las casas de los vecinos, el hotel, el polideportivo donde algunos Ian entrena fútbol y Jana y Noa (hermanas de Leo )balonmano, la casa de Carolina, Maliaño, Santander, un barco y los cristales de los coches brillando, zarzas, plumeros, ortigas, arbustos con brotes capullos de los que salen poquito a poco las hojas…
Jugamos al marro, a tiro la bola y a caballeros y jinetes.
Quizás lo hubiéramos pasado mejor si hubiéramos ido a La Magdalena pero ¡creemos que no!