Esta vez la sesión de movimiento se ha centrado en lsa actividades de respirar y soplar. Con plumas, vasitos y alguna piedra que, aunque pequeñas pesan tanto que no es posible moverlas con la fuerza de nuestro soplido, hemos reparado en estas acciones que ejcutamos de forma tan automática, las hemos hecho «conscientes».
Atendemos a nuestra respiración y observamos a los otros, nos conectamos desde la calma y la tranquilidad. Luego para cerrar la sesión un poco de arrastre y ¡a pintar!