Nuestro padre y nuestro abuelo se criaron en Los Corrales de Buelna, que es para muchos, el pueblo de las bicicletas. Allí todo el mundo ha ido siempre en bicicleta, por eso allí no había muchas aceras. Ahora también se ve mucha gente que hace la compra o va a trabajar en bici, sobre todo gente muy mayor. A veces veo a personas muy, muy mayores que van en bici y me sorprende mucho, aunque si llevan haciéndolo toda la vida, como me dicen mis padres, ¿porqué van a dejarlo de hacer ahora, que es cuándo mejor les viene salir de casa y moverse?
En Los Corrales mucha gente trabaja en grandes fábricas que están, ni muy lejos, ni muy cerca así que lo mejor es ir en bicicleta, así, además de ir y venir del trabajo, haces deporte y te despejas.
Mi abuelo va desde siempre en bici y por eso nosotros aprendimos tan pronto.
Desde pequeños ya montábamos. Con el triciclo y una bici superchula que nos regalaron, aprendimos muy pronto. Mi abuelo se sorprendía mucho y estaba muy orgullosos de que supiéramos montar sin ruedines, tan pronto.
Por algún lugar hay que empezar. Si desde pequeños te acostumbras es muy fácil. Nico, como me veía a mí, también quería intentarlo, así que aprendió aún muy rápido.
La bici nos permite movernos por nuestra cuenta. La conduzco yo. A veces vamos por lugares por donde casi no puede pasar nadie. No espantamos a los animales y siempre descubrimos cosas nuevas.
Jorge y Nico
Esta actividad forma parte del proyecto Bicicletea y cuenta para su desarrollo con una subvención de la Consejería de Universidades e Investigación, Medio Ambiente y Política Social del Gobierno de Cantabria, dentro del Plan de Movilidad Ciclista de Cantabria.
