En la obra de Juan Uslé aparecen esas líneas verticales y horizontales que se repiten como un latido.
Nos recuerdan a las primeras grafías de nuestras criaturas: trazos de arriba abajo y de un lado a otro, descubriendo el mundo a través del gesto.
Así entre líneas y movimientos vamos creando composiciones que también hablan de nosotro/as.































































