Y de la huerta a la cocina porque Cael nos trajo su receta (tenemos más en la lista de espera) y ayer era la tarde perfecta para ponernos a la tarea.
Distinguimos entre harina de trigo y harina de maíz, charlamos sobre el gusto y el maíz cocido, en romper huevos tenemos un máster de los buenos, los limones nos los regalaron los vecinos de enfrente que tienen un limonero cargadito… Probamos la mezcla y hubo opiniones variadas (que luego no influyeron en el resultado de comer y repetir)
Nos salió tanta masa que cogimos en la cocina de Nacho una fuente grandísisima para echarla toda y
al horno vigilado para que no se queme ¡que ya sabemos lo que nos pasa si nos despistamos!