EL VENTILADOR
Con el recuerdo de las altas temperaturas del pueblo de mis abuelos y las ganas de que llegue el calorcito para volver al Levante, nos hemos decidido por el invento del ventilador, cuyo origen está en el abanico.
Para saber cuál fue el inicio exacto de los ventiladores tenemos que irnos a muchos siglos atrás y hacer un buen recorrido por varias culturas. Sin embargo, el ventilador similar y precursor del que conocemos hoy como tal, apareció en 1886 y es un invento del estadounidense Schuyler Skaats Wheeler. Era de pequeño tamaño y diseñado para ponerlo sobre una mesa. Casi simultáneamente apareció en Alemania una versión de techo creada por el ingeniero Philip Diehl.
Nos hemos decidido por la receta del gazpacho de sandía, que además de tener un montón de vitaminas, nos refresca tanto como un buen invento veraniego. Por otra parte, para elaborar esta receta se necesita una batidora con buenas aspas, como las que mueven los ventiladores para airearnos y hacernos más llevaderos algunos momentos estivales.
A continuación, os ponemos la receta por si os animáis a preparar el vuestro en cuanto suban un poco las temperaturas.
Mina Zampalo Alonso, Infantil 3 y Tatiana Alonso Iglesias, PT
GAZPACHO
Ingredientes
– 250 gr de sandía pelada y sin pepitas.
– 250 gr de tomate maduro
– 1 pimiento verde italiano (del largo)
– 1 diente de ajo
– 100 gr. de pan duro
– Agua
– Sal
– 15 ml de vinagre de Módena
– 30 ml de aceite de oliva virgen extra
Modo de Elaboración
- En primer lugar, lavamos bien los tomates y el pimiento, retiramos hojas, semillas, la parte dura y troceamos. Pelamos el diente de ajo y cortado por la mitad lo metemos todo en el vaso de la batidora eléctrica y trituramos hasta obtener una masa homogénea.
2. Cortamos el pan en trozos regulares y los colocamos en un cuenco con agua fría hasta que se haya reblandecido, aproximadamente 10 minutos. Escurrimos el pan del agua y lo introducimos en el vaso de la batidora junto con la sandía limpia de pepitas y troceada y el vinagre. Trituramos de nuevo.
3. Probamos y añadimos sal al gusto. Agregamos el aceite de oliva virgen extra y volvemos a batir durante un par de minutos. Este paso es importante para conseguir una textura cremosa.
4. Si lo queremos más líquido, agregamos agua al gusto. Si tiene restos de pieles, lo pasamos por un colador fino. Cuando esté a nuestro gusto, introducimos el gazpacho en la nevera y dejamos que se enfríe bien antes de servirlo.