00
1 (11)
1 (12)
1 (13)
1 (14)
1 (15)
1 (16)
1 (17)
1 (18)
1 (19)
1 (22)
1 (23)
1 (24)
1 (25)
1 (26)
1 (27)
1 (28)
1 (29)
1 (31)
1 (32)
1 (33)
1 (35)
1 (36)
1 (37)
1 (38)
1 (39)
1 (40)
1 (41)
1 (42)
1 (43)
1 (44)
1 (45)
1 (46)
1 (47)
1 (49)
1 (50)
1 (51)
1 (52)
1 (53)
1 (54)
1 (55)
1 (56)
1 (57)
1 (58)
1 (59)
1 (60)
1 (62)
1 (63)
1 (1)
1 (1)
1 (2)
1 (2)
1 (3)
1 (3)
1 (4)
1 (4)
1 (5)
1 (5)
1 (6)
1 (7)
1 (9)
1 (10)
1 (1)
1 (1)
1 (2)
1 (2)
1 (3)
1 (3)
1 (4)
1 (4)
1 (5)
1 (5)
1 (6)
1 (7)
1 (9)
1 (10)
1 (11)
1 (12)
1 (13)
1 (14)
1 (15)
1 (16)
1 (17)
1 (18)
1 (19)
1 (22)
1 (23)
1 (24)
1 (25)
1 (26)
1 (27)
1 (28)
1 (29)
1 (31)
1 (32)
1 (33)
1 (35)
1 (36)
1 (37)
1 (38)
1 (39)
1 (40)
1 (41)
1 (42)
1 (43)
1 (44)
1 (45)
1 (46)
1 (47)
1 (49)
1 (50)
1 (51)
1 (52)
1 (53)
1 (54)
1 (55)
1 (56)
1 (57)
1 (58)
1 (59)
1 (60)
1 (62)
1 (63)
00

Creando interdependencia positiva en la escuela

Un carnaval para fomentar las relaciones de interdependencia positiva en el Colegio Altamira
La clase de 6º de Primaria se sumerge en un proyecto cooperativo para elaborar su disfraz de Carnaval de 2022.
La festividad del Carnaval tiene tradición histórica en nuestro Cole, siendo esta un momento de conexión con las familias, disfrute para el alumnado y trabajar los contenidos alejados de las metodologías tradicionales.
El Carnaval comienza a plantearse tras el regreso de las vacaciones de Navidad. Las tutoras consultan al alumnado alguna temática concreta para que, aunque cada clase vista sus propios colores, exista una filosofía común en todo el centro a la hora de desarrollar las actividades y, por supuesto, crear los disfraces. Una vez recogidas las opiniones, el Claustro escoge aquella que haya sido la más reiterada.
Normalmente, los disfraces se elaboran mano a mano con las familias dentro del propio centro. Sin embargo, la situación sanitaria actual ha impedido este desarrollo. El objetivo es que cada alumno/a tenga su propio disfraz, elaborado manualmente para evitar distinciones y apostando por la inclusión.
En esta ocasión, el colegio ha decidido explorar “animales” y “animales fantásticos” como hilo conductor de la festividad. No obstante, la clase de 6º de EP escogió de forma unánime como temática la “cultura japonesa”.  Tras una asamblea, se escogió elaborar un dragón japonés como disfraz conjunto.


………………………………..
Cómo 6º de Primaria ha roto con la tradición
Un disfraz de dragón japonés ofrece una oportunidad única para que toda la clase vista, literalmente, un único disfraz. Dicho de otro modo: todos necesitan de los demás para que el resultado sea atractivo. Si bien la apuesta era arriesgada, pues el disfraz mediría varios metros, no se podía desperdiciar la ocasión.Una vez planteado, era el momento de dar forma a las fases del proyecto.
Fase 1: Inicio
Consiste en elegir una temática y explicar a la clase el desarrollo del proyecto. Dicho proyecto sería evaluable y estaría integrado en la asignatura de Artística, tocando contenidos de Matemáticas y Ciencias sociales. Así mismo, quedaría dividido en ocho sesiones a lo largo de enero y febrero.
Tras la asamblea inicial y la toma de decisiones, la segunda sesión consistía en escoger un diseño. De manera individual, se solicitó al alumnado que investigaran el aspecto de un dragón japonés tradicional y elaborasen un dibujo usando técnicas libres. Una vez terminados, se eligieron los colores guía que más se habían repetido, siendo estos blanco y azul.
Finalizada la sesión, el tutor y la docente de apoyo elaborarían una lista con los materiales necesarios: Planchas de cartón, varios metros de tela blanca, tinte azul, tela reciclada para los flecos y los detalles del lomo, palos para poder sujetar las piezas desde dentro, gomas, imperdibles, pistolas de silicona, pintura, cola blanca y periódicos reciclados.
Fase 2: Desarrollo
La tercera sesión consistió en un trabajo conjunto para elaborar la cabeza a base de piezas de cartón. El trabajo fue supervisado por el tutor y la profesora de apoyo, cuyo papel se limitaba al de dos guías.
En la cuarta sesión se prepararon las planchas de cartón que articularían todo el cuerpo. De ahora en adelante se alfabetizarían diferentes espacios del centro como el pabellón y el patio, pues las dimensiones exigían un espacio mayor al que podía ofrecer el aula.
La quinta sesión consistía en un trabajo por grupos cooperativos. Los grupos fueron creados pensando en los gustos y necesidades de cada persona. De este modo, a quienes les gustasen las témperas se les destinó a pintar y elaborar los detalles de la cabeza; el alumnado afín a las matemáticas tenía la tarea de medir la tela y preparar la cantidad necesaria de flecos; las personas afines a las manualidades tendrían que preparar los detalles del lomo; quienes requiriesen más movimiento deberían preparar varios nudos a lo largo de la tela para obtener un buen efecto al teñirla; y, finalmente, el alumnado que le gusta trabajar con herramientas se encargaría del montaje de los palos en las diferentes planchas de cartón.
La sexta sesión estaría dividida, de nuevo, en grupos cooperativos. Consistía en preparar agua para el tinte, mezclar los tintes, introducir los 17 metros de tela en la mezcla, remover durante 40 minutos y una vez transcurrido el tiempo desatar las gomas de los nudos. Finalmente, toda la clase tendería la tela en una de las pistas del patio para su secado.
La séptima sesión consistía en el montaje final de todas las piezas: ensamblar la cabeza al cuerpo, pegar la estructura anillada de cartón, colocar los detalles del lomo, coser la cola y fijar los 70 flecos encargados de ocultar a los alumnos bajo el disfraz.
Fase 3: Comunicación
Todo el centro comunica al resto de la comunidad educativa el desarrollo de su proyecto a través de un desfile el día de carnaval. En este caso, los alumnos de 6º EP son los encargados de dar el cierre al desfile, pues este se realiza empezando por los niveles de infantil en orden ascendente. A pesar de la magnitud del disfraz el resultado fue óptimo, sin tropiezos, con un movimiento fluido y una coordinación extraordinaria gracias al compromiso de la clase.
Así mismo, se exponen en redes sociales imágenes de la festividad y, en claustro, se hace una evaluación interna del desarrollo de los distintos proyectos y los resultados obtenidos.
Finalmente, la clase decidió donar la cabeza del disfraz a la colección de cabezudos del Altamira.
Un proyecto inclusivo
El proyecto de artística ha abierto las puertas a un trabajo colaborativo real, donde las relaciones de interdependencia positivas se han construido de manera inevitable. Toda la clase trabajaba por y para los demás, poniendo en valor cada singularidad individual, con responsabilidades compartidas para lograr un bien común: colaborar para aprender nuevas formas de expresión artística, dejar boquiabierta al resto de la comunidad y disfrutar al máximo no solo de la festividad del carnaval sino del viaje compartido para alcanzar el resultado.
Fernando Balbás,tutor


[F1]Cambiar a fecha de publicación