Wangari murió el día 25 de septiembre; su impulso nos ha dejado millones de árboles plantados en el planeta y sobre todo en muchos una lección bien aprendida: la paz y el bienestar en la Tierra depende de nuestra capacidad de cuidar el medio ambiente .Todás las personas tenemos esta capacidad: pequeñas, medianas y grandes pero… hay que ponerla a funcionar y para ello nos vale el entorno que tocamos y nos toca.
Adiós, Wangari y gracias.